Las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) son un amplio grupo de compuestos de síntesis que consisten en una cadena alquílica hidrofóbica de longitud variable (total o parcialmente fluorada), con un grupo final hidrofílico. Aquí pueden ver ejemplos. Estas sustancias presentan una elevada estabilidad química y térmica, así como una elevada actividad superficial. Tienen un amplio uso en aplicaciones industriales por su revestimiento lipofóbicos destinados a productos de papel aptos para el contacto con los alimentos.
Las PFAS pueden migrar del envase de alimentos a los alimentos según el tipo de material, el tiempo de contacto, la temperatura y la longitud de la cadena de PFAS. Por ejemplo, el consumo de palomitas de maíz de bolsas de palomitas de maíz para microondas que contienen PFAS se ha relacionado con niveles séricos elevados de PFAS.
En 09/2020 la EFSA ha publicado un informe sobre los PFAS, donde se fija un umbral de seguridad para las principales sustancias PFAS que se acumulan en el organismo. El umbral — una ingesta semanal tolerable (IST) por grupo de estas sustancias de 4,4 nanogramos por kilogramo de peso corporal. Es interesante ver la evolución del análisis de causa raíz, ya que se había considerado que la disminución de la respuesta del sistema inmunitario a la vacunación como el efecto más crítico para la salud humana a la hora de determinar la IST, sin embargo, en el 2018 se determinaba el aumento del colesterol como el principal efecto crítico. Se menciona que los alimentos pueden contaminarse a través de suelo y agua contaminados utilizados para cultivar los alimentos, por la concentración de estas sustancias en los animales a través de piensos y agua; y finalmente, agrega a los envases alimentarios que contengan PFAS o los equipos de procesamiento que contengan PFAS.
El estudio completo de la EFSA se puede descargar en este link. En este reporte se concluye que los envases de alimentos pueden contener PFAS donde se usan debido a sus propiedades resistentes a la grasa, sin embargo concluye que los estudios realizados hasta la fecha continúan respaldando las conclusiones informadas en el Dictamen anterior (EFSA CONTAM Panel, 2018) de que es probable que el uso de este tipo de material contribuya a la exposición humana a las PFAS, pero que la contribución es pequeña en comparación con otras fuentes de exposición.
En este año 2023 se ha hecho un estudio novedoso en Canadá, en 42 envases de alimentos utilizados para comidas rápidas. Los resultados indican el uso de polímeros fluorados de cadena lateral y sugieren que estos productos pueden liberar compuestos de cadena corta que, en última instancia, pueden transformarse en compuestos toxicológicos. El análisis después de 2 años de almacenamiento mostró disminuciones generales en PFAS consistentes con la pérdida de compuestos volátiles. Es decir, cuando se almacenan, dichos envases de alimentos podrían ser una fuente de exposición a PFAS volátiles en el aire interior, ya que parecen liberarse con el tiempo.
Y concluye que el uso de PFAS en envases de alimentos como los tazones “compostables” representa una lamentable sustitución de los envases de plástico de un solo uso para alimentos. El problema surge cuando las regulaciones restringen el uso de los plásticos de un solo uso y, probablemente, conducirá a un mayor uso de alternativas de envasado de alimentos a base de fibra vegetal, a las que se pueden agregar PFAS para lograr grasa y repelencia del agua. De ser así, esto representaría una sustitución lamentable de cambiar una opción dañina por otra (del plástico de un solo uso debido al peligro que representa el uso de PFAS).
El resultado del estudio de Canadá ha sido que las concentraciones más altas se detectaron en muestras de tazones de fibra moldeada (también conocidos como tazones de bagazo) utilizados para comida para llevar, como ensaladas y burritos. Estos tazones se comercializan como alternativas «verdes» a los tazones de plástico, ya que supuestamente son «compostables». Sin embargo, algunos envases de alimentos a base de fibra moldeada requieren que se mezclen grandes cantidades de PFAS en la pulpa cruda para conferir resistencia mecánica y evitar la desintegración al entrar en contacto con líquidos.
El uso continuado de PFAS en el envasado de alimentos debe cuestionarse dadas las oportunidades de liberación y exposición y el movimiento de numerosos organismos gubernamentales y entidades privadas para suspender su uso.
Para conocer más los invitamos al
Curso Online Contaminantes Químicos en los Alimentos.
¡Quiero inscribirme!
Autora
Leila Burin.
Coordinadora Académica de Portal de Inocuidad.
PhD en Ciencias Químicas, Universidad de Buenos Aires, 2001 y Lic. en Ciencias Biológicas, Universidad de Buenos Aires, 1994.
2010 hasta la fecha: auditora para SAI Global Spain: Esquemas: IFS, BRC, ISO 22 000, FSSC 22000, GMA SAFE y auditorías de clientes: Unilever, Pepsi, Starbucks, Woolworths, Mac Donalds.
1997 hasta la fecha: QualyFoods S.A., Argentina Cargo: Gerencia Técnica en Aseguramiento de Calidad. Dirección. Desarrollo de Programas de Pre-requisitos & BPM y HACCP en Argentina (8 Plantas); capacitación: HACCP Alliance Lead Instructor en Argentina y México; y auditora para Heinz NA.
Mas de 15 cursos abiertos dictados desde 2001. Docencia: Materia: Biología e Introducción a la Biología Celular. Unidad Académica: CBC (Ciclo Básico Común), UBA, entre 1993 y 2000.
2 DIRECCIONES DE TESIS, entre 2001 y 2006.
14 PUBLICACIONES Y ARTÍCULOS.
18 TRABAJOS PRESENTADOS A CONGRESOS.
Más de 35 CURSOS TOMADOS desde 1994.
Portal de Inocuidad © Se prohíbe la reproducción total o parcial de los contenidos sin citar su fuente o solicitar autorización.
Aquí pueden dejarnos sus comentarios