La necesidad de ampliarse teniendo un emprendimiento alimenticio implica salir de la elaboración de productos en nuestra propia casa hacia un establecimiento elaborador que nos dé la posibilidad no solo de aumentar el volumen de productos sino también de mejorar las condiciones de higiene, manipulación, almacenamiento de materias primas y producto terminado; sin olvidarnos del aumento del espacio para trabajar en mejores condiciones ergonométricas.
Esta ampliación en Argentina presenta varias dificultades, entre ellas, el encontrar una fábrica de tamaño acorde a nuestros requerimientos, el localizar el equipamiento que cubra nuestro volumen de producción a un costo acorde a nuestro presupuesto, y sobre todo, la principal dificultad, es que esa fábrica sea factible de habilitación. En CABA, por parte de la Agencia Gubernamental de Control, o a través de Dirección de Industrias y Productos Alimenticios en la Pcia. de Buenos Aires, por citar algunos ejemplos para la obtención de Registro Nacional de Establecimiento (RNE). También suma dificultad el proceso administrativo para acceder a este Registro.
En nuestro país vecino de Chile existe la llamada Patente MEF (Microemprendimiento Familiar) que te otorga una autorización para desarrollar tu emprendimiento desde tu domicilio bajo los siguientes requisitos:
1) Que en la actividad que se realice no laboren más de cinco trabajadores extraños a la familia.
2) Que sus activos productivos, sin considerar el valor del inmueble en que funciona, no excedan los 30 millones de pesos chilenos (u$375000).
3) Es importante tener presente que la empresa debe pertenecer a una o más personas naturales que residan o habiten en la casa habitación (propia, arrendada o cedida).
4) Debe asegurarse de tener la autorización de los demás habitantes del condominio y que no existan restricciones en la contrato de compra.
5) Debe presentar la Resolución Sanitaria, pueden visualizarla en el siguiente enlace: https://www.chileatiende.gob.cl/fichas/172-autorizacion-sanitaria-para-locales-de-alimentos.
Por lo expuesto arriba, personalmente me pregunto: A alguna autoridad de Instituciones en Argentina que intervienen en la legalización de un emprendimiento alimenticio: ¿Son conscientes de las dificultades que tienen los emprendedores para obtener los permisos para comercializar sus productos? ¿Tendrán algún área que estudie modelos como el chileno que arriba he mencionado?
Actualmente en la Argentina, y más en estos últimos años, son muchas las familias que obtienen ingresos a partir de comercializar productos que elaboran en sus casas.
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Autor:
Ariel Pérez Barrio.
Ingeniero Químico, recibido en la UBA. Cuenta con 20 años de experiencia en la industria alimenticia y gastronómica con responsabilidades crecientes dentro de sectores como Calidad, Desarrollo de Productos, Elaboración y Mantenimiento en empresas como Mondelez, Tostadas Riera, Fantoche, Chocoarroz y La Parolaccia. Desde hace casi 3 años trabaja asesorando Emprendedores y Pymes alimenticias en el Desarrollo de sus Productos y la Gestión de sus Procesos. Además tiene dos emprendimientos propios: Oki Alimentos Saludables y Gualeyos. Es el creador de los cursos: Desarrollo de Productos Alimenticios, Desarrollo de Productos Alimenticios (Parte II) y Mantenimiento en la Industria de Alimentos.
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