Estos últimos días, hemos trabajado junto a uno de nuestros clientes sobre los criterios que se tienen en cuenta a la hora de priorizar las mejoras de planta y de proceso. Hemos ideado juntos la lista de criterios y ensayado una metodología de valoración que les permitirá darle objetividad a las propuestas y argumentar técnica y económicamente las solicitudes de presupuesto.
Así hemos definido que los criterios que deben considerarse son: el impacto en productividad, la mejora directa sobre la calidad e inocuidad de los productos elaborados, la relación con la seguridad, con los costos y los recursos necesarios, el riesgo de la marca, la posibilidad de hacerlo in-company o la necesidad de hacer una contratación por fuera, y lo definitivo de la mejora.
En otro grupo de trabajo, estuvimos delineando indicadores de seguimiento a un Proyecto de implementación de prerrequisitos. Fue un trabajo súper intenso, interesante y relevante para la definición del puesto de liderazgo del Proyecto y la organización de los tiempos dedicados. Gracias a esta identificación logramos que el líder se ocupe de lo relevante y se aparte de las nimiedades de la rutina y el propio proceso de la puesta en marcha.
Los indicadores para esta gestión están relacionados con las siguientes líneas de acción:
- Darle seguimiento a la gestión de no conformidades.
- Confirmar que los procedimientos diseñados se estén ejecutando según lo programado.
- Analizar las tendencias de cumplimiento de programas, planes, procedimientos y condiciones de proceso según los límites aceptables.
- Hacer el seguimiento de los planes de mejora en marcha de acuerdo a los plazos, recursos y resultados esperados.
- Observar los resultados de las pruebas de trazabilidad, recall, evacuación.
- Promover la aplicación de protocolos para la investigación de no conformidades, para el Desarrollo de nuevos productos y para la validación de las medidas de control.
- Evaluar la condición de la liberación de obras y tareas de mantenimiento e instalación de equipos.
- Controlar el cumplimiento de los circuitos de comunicación establecidos internamente, el uso de los soportes estandarizados y la eficiencia y eficacia en que la información que se genera y llega a los interesados.
- Asegurar que todos los elementos de control sean monitoreados, supervisados y verificada su vigencia a lo largo del tiempo.
- Darle seguimiento a las auditorías internas y de terceros, tanto a su programación como a sus resultados.
- Confirmar que las calibraciones y verificaciones de instrumentos de medición estén vigentes y se les de mantenimiento.
- Relevar los compromisos asumidos en los contratos y evaluar su vigencia.
Si bien, la identificación de indicadores es una tarea que requiere de mucha experiencia, es de alto valor y se convierte en resultados observables en el corto plazo.
Seguimos poniéndonos al día en una próxima entrega 😉
Autora del artículo:
Paula Feldman.
Ingeniera Agrónoma y Especialista en Agronegocios y Alimentos (UBA).
Es directora de Portal de Inocuidad desde el año 2012. Ha dirigido Axonas desde el año 2000, durante 18 años. Es docente en diversos ámbitos profesionales y actúa como experta técnica en actividades de acreditación de organismos de certificación.
Fue responsable de las actividades de capacitación del Programa Calidad de los Alimentos Argentinos, entre 1997 y el 2005.
Ha escrito numerosas publicaciones sobre calidad en alimentos y cuenta con formación de nivel internacional: auditora lider IRCA 9001:2000 y 22000, auditora BRC, capacitadora en calidad e inocuidad de los alimentos de INPPAZ.
Ha diseñado y dictado 50 cursos abiertos en los últimos 4 años sobre Prerrequisitos del HACCP, HACCP avanzado y temas de actualización, Documentación de sistemas de gestión de calidad de alimentos, Trazabilidad, Resolución de No conformidades, Implementación de normas.
Cursos dictados por la docente:
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