Gestión del Mantenimiento Preventivo

INTRODUCCIÓN

Para comenzar con este tema debemos distinguir los tipos de mantenimiento con los que podemos trabajar. Se trata de:

A continuación vemos las diferencias básicas entre cada tipo:

El tipo de mantenimiento más común es el correctivo y el más complejo, porque requiere de datos históricos confiables de las acciones de mantenimiento realizadas, es el predictivo. La gestión del correctivo queda incluida entre las cuestiones previstas durante la ejecución de un plan de mantenimiento preventivo. Por su parte, la gestión de un predictivo requiere la implementación previa de un plan de mantenimiento preventivo con el cual recabar los datos requeridos para llevarlo adelante. Por estos motivos, nos abocaremos al análisis del mantenimiento preventivo como base para el desarrollo de todos los tipos.

Mantenimiento preventivo

Veamos una situación sencilla: El mantenimiento de canaletas limpias y bien colocadas para evitar filtraciones de agua que hacen que se arruine el techo. Es mucho menos costoso realizar el trabajo de mantenimiento preventivo de las canaletas que tener que arreglar o cambiar el techo.

Las averías pueden ocurrir en cualquier instalación o equipo, y cuando esto pasa, lo más probable es que la producción se vea afectada según la magnitud de la avería o se trate de una pieza única.

La finalidad del mantenimiento preventivo es evitar las roturas y los accidentes. Por otro lado, permite efectuar reparaciones a un costo bajo antes de tener que pagar por pérdidas completas.

Veamos ahora sobre qué impacta en forma directa la aplicación de un plan de mantenimiento preventivo:

• la vida útil de los equipos.
• la continuidad y confiabilidad de los procesos.
• la prevención de accidentes.
• la prevención de averías.
• la calidad de las condiciones de trabajo.
• la eficiencia en los procesos.
• el crecimiento del volumen de producción.
• la reducción de costos de fabricación.
• la reducción de costos de mantenimiento.

Como en toda gestión, debemos comenzar por un relevamiento de la condición inicial (diagnóstico) y es recomendable que se ejecute el plan de mejoras que derive del mismo antes de pensar en el mantenimiento preventivo. Esta primera acción tiene además la función de generar un listado de referencia para el control posterior dado que contendrá cada uno de los equipos, utensilios, instalaciones y elementos de infraestructura que requieran mantenimiento.

Una vez superada esta etapa, podemos decir que se ha logrado la “puesta a cero” y podemos comenzar a diseñar el plan de mantenimiento preventivo. Debemos reconocer que habrá que realizar gestiones paralelas relacionadas con:

• La capacitación del personal. Tanto de los encargados de las tareas de mantenimiento como de los operarios.
• El control de disponibilidad de herramientas y su propio mantenimiento.
• La limpieza y desinfección de las herramientas, equipos y repuestos utilizados para el mantenimiento.
• El diseño, la adquisición y la modificación que se realice sea acorde con los principios de diseño sanitario.

Consideraciones básicas

El mantenimiento preventivo está basado en la observación programada para descubrir las condiciones que pudieran conducir a ceses de la producción, peligros de seguridad, o a una falla en el proceso. Pero para conducir esta observación de manera estandarizada necesitamos acordar los criterios [1] de aceptación:

[1] Consideramos que un criterio es un requerimiento que fundamenta una decisión.

¿Qué tareas incluimos?

Aquellas relacionadas directamente con el nivel de producción.

Las tareas específicas incluyen entre otras:

• La programación de las compras de repuestos y otros insumos (ej. aceites lubricantes) requeridos para el mantenimiento.
• La reparación de los equipos para asegurar su funcionamiento.
• El cambio de las partes de los equipos que se desgastan con el uso.
• El mantenimiento de las condiciones estructurales establecidas por las buenas prácticas de manufactura (pisos, paredes, aberturas y techos íntegros).
• El cambio de utensilios rotos, viejos o gastados.
• El mantenimiento de los equipos (lubricantes, combustibles, calibraciones).
• La limpieza de partes internas de los equipos (motores, engranajes, etc.).

Gestión de repuestos

Respecto de la gestión de repuestos vale la pena detallar algunas cuestiones:

La primera tiene que ver con la categorización de repuestos requeridos por cada sector entre críticos, de uso frecuentes e importados.

Una segunda consideración se relaciona con el modo en que se organiza el abastecimiento de modo de:

• mantener un máximo y un mínimo disponible y
• controlar las entradas y salidas de stock de repuestos de cada una de las categorías enunciadas anteriormente.

En tercer lugar, deberemos estandarizar también las actividades implícitas en esta gestión:

• Abastecimiento de repuestos a todo el personal de mantenimiento, con el fin de poder solucionar los problemas a tiempo.
• Control de las entradas y salidas de repuestos, materiales y herramientas con el propósito de mantener al día los niveles de inventarios físicos.
• Control de las entradas fuera del horario habitual de trabajo, nocturnas y en días feriados en el almacén de repuestos, con el fin de resguardar todos los equipos y materiales dentro del mismo.
• Vigilancia de los procedimientos de control de equipos, materiales y herramientas dentro del almacén, con la función de llevar un control de su funcionalidad.
• Selección de repuestos y otros insumos para maquinarias y equipos, con el propósito de cumplir con el mantenimiento preventivo.

CONTRATACIONES

En muchas ocasiones no se cuenta con personal capacitado para llevar a cabo las tareas que se desprenden del plan de mantenimiento, motivo por el cual debe recurrirse a la contratación de este servicio.

Como para la contratación de cualquier servicio, es importante establecer los requisitos de modo de:

• Contratar lo que hace falta
• Evaluar el servicio contratado
• Obtener el resultado buscado

El proceso de contratación cuenta con varias etapas que compartimos a continuación:

Para la elaboración de los requerimientos podemos tomar como referencia lo visto hasta este punto. Es decir qué tipo de mantenimiento necesitamos, sobre qué componentes y cuáles son los criterios de aceptación que establecimos para cada uno. También requerimos que la información cuente con ciertos contenidos específicos y sea presentada de un modo que se pueda integrar fácilmente a nuestro sistema de documentación.

Respecto de la evaluación y selección de empresas proveedoras del servicio volvemos a basarnos en que es necesario definir claramente los criterios para la selección.

En este caso, los criterios de selección podrán ser:

• Estratégicos: ubicación, experiencia, disponibilidad de personal y repuestos, programas de calidad que implementa, cumplimiento, registros.
• Técnicos: infraestructura, capacitación del personal, asesoramiento técnico.
• Logísticos: plazos de servicio.
• Comerciales: comunicación con la empresa, costo total de la contratación, términos del contrato, discusión y anticipación de los problemas, atención a los requisitos, formas de pago.

CONCLUSIONES

El mantenimiento representa una inversión que mejora la producción y reduce los índices de accidentalidad.

El mantenimiento es responsabilidad de todo el personal que debe mantener las buenas condiciones y dar aviso de las fallas que observe.

La única forma de tener la condición requerida bajo control es la estandarización que nos libra de las subjetividades: El propósito del Mantenimiento es evitar roturas, accidentes, ineficiencias (productivas, de mantenimiento y económicas) y cuidar las condiciones generales y el de un Procedimiento Operativo Estandarizado de Mantenimiento es lograrlo lote tras lote, empleado a empleado y turno a turno.

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Autora del artículo:

Paula Feldman. 
Directora de Portal de Inocuidad. 
Ingeniera Agrónoma y Especialista en Agronegocios y Alimentos (UBA) y cuenta con formación de nivel internacional. Es docente y actúa como asesora técnica para la implementación de normas de calidad alimentaria. Ha escrito numerosas publicaciones sobre calidad en alimentos.

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