IFSQN es una plataforma en línea que provee a los profesionales de la inocuidad alimentaria información (en inglés) para la implementación, operación y mejora continua de los sistemas de gestión.
Es un sitio de referencia muy activo en el que intercambia una comunidad de 70.000 miembros y cuenta con más de 1.000 documentos de consulta.
Nos agrada contarles que han publicado un artículo de Leila Burin, nuestra Coordinadora Académica y hoy compartimos dicho post en español 🙂
El doble estándar de inocuidad alimentaria en la producción de alimentos orgánicos
La mayoría de la gente estaría de acuerdo en que los autos eléctricos son más ecológicos que los autos normales, pero ¿qué pasaría si de repente los autos eléctricos no tuvieran que detenerse cuando la luz de los semáforos se ponga roja? ¿La gente se sentiría cómoda conduciendo en el tráfico entonces?
Como auditora de inocuidad alimentaria con más de 20 años en la industria, así es como veo la producción de alimentos orgánicos. Creo que hay un problema de inocuidad.
A mi entender, hay dos razones por las que es difícil discutir este tema.
La primera es que hay muchas conceptos y percepciones diferentes entre las personas sobre lo que realmente es la comida orgánica.
La segunda razón son todas las inconsistencias que existen en la producción de productos alimenticios marcados como orgánicos.
Dicho de otra manera, lo que se acepta en la producción de alimentos orgánicos no siempre se aceptaría en la producción de alimentos que trabaje con los estándares comunes y probados de inocuidad alimentaria basados en GFSI, hoy en día.
Qué es y qué no es la comida orgánica
Hay muchas razones nobles para que los consumidores compren productos orgánicos, sin embargo, no puedo evitar preguntarme cómo saben lo que obtienen. Un consumidor que prefiere la alternativa orgánica probablemente cree que una o más de las siguientes afirmaciones son ciertas:
– La comida es más nutritiva.
– Los métodos de producción son menos contaminantes.
– El impacto de los métodos agrícolas es menos dañino para el medio ambiente.
– Los productos son más inocuos.
– Los productos se producen más cerca de los consumidores.
– No hay aditivos en la comida.
– El embalaje es más reciclable.
– Condiciones de comercio justo.
Hasta donde yo sé, no existe una definición mundial de qué es alimento orgánico. Esto significa que cuando el consumidor, el productor y el legislador hablan sobre productos orgánicos pueden tener cosas muy diferentes en mente.
También sería interesante saber qué consideraciones hacen las áreas de finanzas y de marketing de las industrias de alimentos. El consumidor está preparado para pagar una prima por los productos orgánicos, por lo que el marketing juega un papel importante en esto.
Y los departamentos legales y las agencias gubernamentales también están involucrados. Deben trabajar en realizar acuerdos sobre los requisitos para los productos orgánicos no sólo con la industria alimentaria en su país, sino con la legislación y otras agencias de todo el mundo. Si resulta que lo que el consumidor cree sobre los alimentos orgánicos es falso, las consecuencias no son necesariamente tan graves. El verdadero problema aparece cuando se trata de la inocuidad alimentaria.
El problema con el doble estándar de inocuidad alimentaria
Volvamos al ejemplo con los autos eléctricos que no tienen que detenerse en la luz roja. Imagine que esta regla sólo se aplica a algunos automóviles eléctricos, no a todos, y que la regla sólo se aplica en algunas ciudades, no en todas. No se sentiría seguro conduciendo en estas circunstancias. Esto es lo que sucede con los alimentos orgánicos debido a la falta de normas y leyes comunes.
Aquí hay algunos ejemplos de lo que he visto en diferentes categorías de productos que he auditado:
– Mermelada de fresa orgánica con un mayor contenido de azúcar que la alternativa normal. Ok, esto no es un problema de inocuidad, es más bien un problema de salud.
– La alternativa de mermelada orgánica utiliza fruta a granel pasteurizada enviada desde miles de kilómetros y almacenada hasta 18 meses en un mercado extranjero antes de ser enviada de regreso, procesada y almacenada nuevamente. Al mismo tiempo, la mermelada «normal» se prepara con fruta local del cultivo de la cosecha del mismo año. Luego se envía desde el agricultor local a la fábrica donde se procesa y almacena.
En la agricultura, existen regulaciones de distancia mínima sobre dónde plantar semillas orgánicas en los campos para evitar la contaminación cruzada de pesticidas. En la práctica, el viento transporta pesticidas que se rocían en un campo a grandes distancias hasta el siguiente campo. El resultado es que la producción orgánica es positiva para algunos pesticidas específicos que se pueden evidenciar en las analíticas de los en laboratorios externos acreditados. Por supuesto, esto no significa que no sea inocuo , los niveles pueden estar por debajo del riesgo máximo que la EFSA ha evaluado. el problema es que las pruebas (costosas y en los laboratorios acreditados externos) están a cargo de los proveedores (que venden la materia prima orgánica), a partir de una muestra no aleatoria, y no a un número de muestras estadísticamente significativo.
En este enlace hay una serie de ejemplos de retiradas de producto del mercado con respecto a las malas prácticas de microbiología en la producción orgánica:
https://foodpoisoningbulletin.com/2016/organic-foods-not-automatically-safer-than-conventionally-grown/
Esto no sucede en absoluto en la producción tradicional.
Mi punto de vista como auditora profesional es que, en lo que respecta a la inocuidad alimentaria, existen riesgos que no se controlan adecuadamente en la producción de productos alimenticios orgánicos. Parte del problema es la falta de normas y legislación comunes desde el nivel local al internacional. Además, los estándares y la legislación que existen no incluyen explícitamente las BPM básicas y HACCP, sólo requieren pruebas de trazabilidad.
Este es el tema que requiere una solución urgente porque se trata de la salud del consumidor.
La buena noticia es que hay una gran cantidad de estándares probados de inocuidad alimentaria disponibles y pueden aplicarse directamente a la producción de alimentos orgánicos.
Post original: «The double food safety standard in organic food production» – IFSQN Official Blog.
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Autora del artículo:
Leila Burin.
Coordinadora Académica de Portal de Inocuidad.
PhD en Ciencias Químicas, Universidad de Buenos Aires, 2001 y Lic. en Ciencias Biológicas, Universidad de Buenos Aires, 1994. 2010 hasta la fecha: auditora para SAI Global Spain: Esquemas: IFS, BRC, ISO 22 000, FSSC 22000, GMA SAFE y auditorías de clientes: Unilever, Pepsi, Starbucks, Woolworths, Mac Donalds. 1997 hasta la fecha: QualyFoods S.A., Argentina Cargo: Gerencia Técnica en Aseguramiento de Calidad. Dirección. Desarrollo de Programas de Pre-requisitos & BPM y HACCP en Argentina (8 Plantas); capacitación: HACCP Alliance Lead Instructor en Argentina y México; y auditora para Heinz NA. Mas de 15 cursos abiertos dictados desde 2001. Docencia: Materia: Biología e Introducción a la Biología Celular. Unidad Académica: CBC (Ciclo Básico Común), UBA, entre 1993 y 2000. 2 Direcciones de Tesis, entre 2001 y 2006. 14 Publicaciones y artículos. 18 Trabajos presentados a congresos. Más de 35 cursos tomados desde 1994.
Cursos dictados por la docente:
https://www.portaldeinocuidad.com/web/calendario/
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